Santiago Martínez

Santiago Martínez

lunes, 30 de enero de 2012

Los ancianos y los niños.


El jueves pasado en una de mis sesiones de estimulación cognitiva, realizando unos ejercicios de atención con unos juegos insertables un señor comenta "los viejos nos parecemos a los niños". Lo decía convencido y entregado a su labor. Lo cual me hizo reflexionar.

Yo no soy partidario de tratar a los mayores como niños, porque no lo son. Pero no niego que existen similitudes entre ambas partes de la vida.

-Los mayores se vuelven vulnerables como los niños. Pero con la diferencia de que un anciano lleva a sus espaldas el paso de los años y la experiencia que el paso del tiempo otorga.
-Los niños al igual que los ancianos son sensibles demandan atención, cariño, son caprichosos. Pero a un mayor debe querérsele como tal, no como a un niño, con respeto y cariño. Unos van, en cambio los otros ya vienen. Unos empiezan otros van acabando.
-Tanto el niño como el anciano necesitan ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria. Los niños porque tienen que madurar y adquirir capacidades y los mayores porque las van perdiendo. Con los niños se estimulan las capacidades para desarrollarlas y los ancianos trabajan las capacidades para no perderlas. Hay una clara similitud pero en momentos muy diferentes de la vida. A mi me infunde mucho respeto y cariño una persona mayor luchadora, con fuerza de voluntad.

En las demencias retrogenéticas como la tipo alzheimer, el mayor se vuelve niño, es decir, los mecanismos degenerativos invierten el orden de adquisición de las funciones de desarrollo humano normal. Existen similitudes al comportamiento de niños pero se les debe el respeto, que los años les otorgan.

En lo que más se parecen es en que tanto los niños como los mayores necesitan de sus familias y de buenos profesionales que los atiendan. Tanto sea para hacerles hombres y mujeres de bien como para ponerle un broche de oro a una larga vida.

En conclusión se puede decir que el pasado y el futuro no se tratan de la misma manera en el presente ¿Verdad?

6 comentarios:

  1. Impresionante reflexión. Me gusta mucho tu blog, cada entrada hace ver mucho trabajo, dedicación y respeto.
    Gracias por compartirlo. Es increíble leerte.

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  2. si, pero yo quisiera comentaran la parte fisiológica, por qué se vuelven como niños los ancianos; cuál es la explicación digamos biológica? gracias

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  3. Buen post, pero me dí cuenta q caso nadie comenta sobre el amor q se debe dar a nuestros abuelitos,la paciencia, respeto y tolerancia q necesitan ya q vuelven a ser bebés, y duele cómo la sociedad solo enseña cómo deshacerce llevándolos a un asilo sin reconocer q ellos nos cuidaban y toleraban con paciencia y amor; por qué no podemos hacer eso también por ellos?

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  4. Generalmente el anciano es tratado con cierto desprecio y mucha incomprensión. Y es casi normal; ni un niño de dos años puede comprender a otro de catorce, ni éste al de veinte. ¿Cómo meterse, pues, en la piel de una persona octogenaria o incluso de edad más avanzada...?

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