Santiago Martínez

Santiago Martínez

lunes, 29 de agosto de 2011

Una reflexión veraniega

Hola blogeros. Espero que hayan disfrutado de este mes de agosto para emprender septiembre con ganas.

En mis vacaciones, en una charla de sobremesa con una educadora social amiga, le preguntaba si le interesaría trabajar con mayores, ella me respondió que no, que prefiere trabajar con grupos en peligro de exclusión social o con niños. El sector de la tercera edad no le atraía nada. Después de hablar de su vocación y de la situación laboral actual me preguntó: ¿Por qué te gusta tanto trabajar con mayores? Me quedé pensando un instante y me vino a la cabeza un símil con los restauradores.

Un artista puede pintar un cuadro nuevo, ayudar a pintarlo, corregirlo, usar diversas técnicas artísticas hasta que el cuadro está terminado y pasa a ser una obra de arte. El restaurador coge esta obra de arte después de que el paso del tiempo haya deteriorado su aspecto y la estudia para intentar conservar la obra lo mejor posible sin alterar su identidad.

Pues yo como gerontólogo me gusta ver al mayor a los ojos, me gusta estudiar su forma de ser para poder llegar a él y conseguir estimularlo desde aquello que le gusta. Despertar curiosidad, producirle sensaciones, hacerle sentirse vivo y aunque los años hayan deteriorado su aspecto hay muchas cosas que pueden hacer. Mientras haya vida hay posibilidades, hay que estimularles para que las aprovechen.

Un saludo

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