Después de una etapa de sequía literaria pero, eso sí, de intensa actividad neuronal, quiero pararme a felicitar a todos los que os habéis parado a leer mis reflexiones, os deseo unas felices fiestas: Que tengáis alguien con quien compartirlo, algo que compartir y un sitio donde reuniros. Así como en Belén dos personas, un nacimiento y un portal.
Me viene a la memoria un lema publicitario tomado del filosofó católico San Agustín “No es rico el que más tiene sino el que menos necesita”.
Os deseo mucha salud y fuerza para ser felices.
Que Dios os bendiga.
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