Santiago Martínez

Santiago Martínez

martes, 2 de marzo de 2010

Decálogo de un gerontólogo para con el mayor

1 Tener buen humor, aceptarse a si mismo y a la vida con alegría a pesar de fallos y dificultades. Estando dispuestos a compartir nuestras experiencias.

2 No perder la paciencia ni discutir jamás con el mayor. Evitaremos siempre exteriorizar resentimientos u hostilidad.

3 Debemos tener siempre claro nuestro objetivo, siendo flexibles en el modo y manera de llegar a este y escuchando activamente lo que nos tengan que decir.

4 Nunca se tratará al mayor como a un niño, evitaremos el tuteo hasta que se nos indique lo contrario, respetando su dignidad.

5 Debemos ser educados y corteses, respetando su intimidad haciendo incapie en la ayuda de amistad y no en la de necesidad, respetando sus costumbres y gustos.

6 Hacer que los mayores se sientan bien acogidos mediante la sonrisa, un tono de voz interesado, cariñoso, sincero y mirándolos a los ojos.

7 Hablaremos de forma clara, frases cortas y precisas, con las palabras claves bien diferenciadas y a ser posible de frente y cara a cara.

8 Estimularemos siempre la confianza, la motivación y la cooperación.

9 Sus progresos deben ser mostrados y reforzados, pero no daremos falsas esperanzas, marcaremos objetivos razonables y concretos para no frustarlos.

10 Evitar ser sobresolícito cuando tenga una situación de desequilibrio emocional y, sobre todo alguna reacción catastrófica. Se cambiara su actividad o se le separará transitoriamente del grupo o lugar donde se encuentre.

1 comentario:

  1. Esta excelente para reflexionar sobre la gran labor y retos que tiene un gerontólogo en formación y en la praxis profesional volverlo vida.

    ResponderEliminar