Santiago Martínez

Santiago Martínez

martes, 4 de septiembre de 2012

Mis tres leyes





Buenas tardes blogueros:

Después del mes de agosto lleno de experiencias. Quiero compartir con vosotros tres de mis normas a la hora de trabajar con mayores, las cuales intento cumplir a rajatabla.

 Ley de conflictos
Ante una situación de conflicto con un mayor buscar la solución más favorable para el mayor. Desde el respeto a los años, a sus intereses, a sus opiniones y a su estado físico, psíquico e intelectual. Escapando del autoritarismo, buscado siempre la vía del diálogo y la comprensión.

Ley del quitapenas
Esta ley obliga al gerontólogo a trabajar con una sonrisa. Crear un ambiente de buen humor y de alegría, intentando sacar una sonrisa a cada mayor. Respetando a cada mayor en su situación, sin forzarlo ni importunarlo. Dejando a un lado los problemas, que todo el mundo tiene, para priorizar lo positivo.

Ley del producto
El gerontólogo debe producir en cada sesión aquello que el programa previamente establecido requiere de tal sesión mediante los objetivos. Antes de cada sesión debe saber lo que intenta conseguir y en menor o mayor medida alcanzarlo y valorarlo. Convirtiendo cada sesión  en un producto de calidad.

Considero que es  importante estar abierto a equivocarse, aprender de las equivocaciones  y a reconocerlas cuando haga falta. Me parece también importante estar abierto al cambio y mantener el orgullo a ralla.

Estas tres leyes me ayudan a sentirme seguro en mi trabajo, teniendo claro lo que quiero y lo que no, desde donde quiero partir y hasta donde debo llegar. Son leyes que a mi me vienen bien y comparto con vosotros por si a alguien le resulta útil.

Hasta otra con mis mejores deseos. Un saludo