Santiago Martínez

Santiago Martínez

domingo, 30 de mayo de 2010

Reinvindico el carácter vocacional del gerontólogo.







Por vocación, por un lado, se designará a la inclinación que un individuo tiene por emprender una determinada carrera, profesión o cualquier otro tipo de actividad en la vida.

Según la Real Academia Española la gerontología es:

Ciencia que trata de la vejez y los fenómenos que la caracterizan.

Y el gerontólogo, ga es:

La Persona versada en gerontología.

Partiendo de esto creo necesario que la profesión de gerontólogo debe ser:

- una profesión con autonomía,
- con un plan de estudios propios específicos,
- con una categoría profesional propia,
- y debe ser un requisito imprescindible para poder dirigir un centro para ancianos, o para trabajar para y por los mayores.

En mi opinión para trabajar de gerontólogo no vale cualquiera. Se requiere una serie de cualidades innatas y adquiridas como se requiere para cualquier otra profesión.

Algunas de esas cualidades son:

- la paciencia,
- la predisposición al servicio,
- el trabajo en equipo,
- el saber escuchar,
- el buen humor,
- la comprensión,
- la empatía,
- el conocimiento de las necesidades físicas, psíquicas, sociales, ambientales y las formas de incidir en ellas de manera positiva en beneficio de nuestros mayores...

Trabajaré para que eso sea posible desde mi sencilla posición, con la ayuda de todo aquel o aquella que sienta y piense lo mismo y con los/las que ya estén trabajando en ello .

Nuestros mayores deben estar en manos de profesionales, que velen por su bienestar, que entiendan su situación, sepan respetar sus derechos y sus necesidades. Contando siempre con las familias como unos de los pilares del trabajo gerontólogico.

Si los modelos sociales de convivencia cambian los ancianos no pueden quedar a un lado. Tenemos el deber de buscarles un lugar de privilegio, igual que debemos cuidar que nuestros hijos esten protegidos también debemos cuidar que nuestros mayores lo estén, al fin y al cabo algún día, si Dios quiere, llegaremos a ancianos y querremos que nuestros últimos años de vida sean lo más felices posibles. Porque algo tengo claro que un anciano tambien puede ser feliz. Pongámosle a la vida un buen broche final. Lo que no quieras para ti no lo quieras para los demás.

Este es el enlace donde podreis leer el PROYECTO DE DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL ADULTO MAYOR:
http://www.adolfotaylhardat.net/proyectodedeclaracionsobreladultomayor.htm

Un saludo